"La vida líquida es una vida devoradora. Asigna al mundo, a las personas, y a todos sus demás fragmentos animados e inanimados el papel de objetos de consumo: es decir de objetos que pierden su utilidad (y, por consiguiente, su lustre, su atracción, su poder seductivo y su valor) en el transcurso mismo del acto de ser usados. Condiciona, además, el juicio y la evaluación de todos estos fragmentos según el patrón de objetos de consumo. [...]
No he pretendido construir una compilación completa, pero sí que espero que cada uno de los aspectos analizados ofrezca una ventana abierta a la condición que actualmente compartimos, así como a los peligros y las oportunidades que esa condición supone de cara a hacer del mundo humano un lugar más hospitalario para la humanidad". Zygmunt Bauman
¿Qué es la vida líquida?
La manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contemporáneas. Se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado puesto que se halla inscrita en una sociedad que, en cuanto líquida, no mantiene por mucho tiempo una misma forma. Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto, la precariedad y la incertidumbre constantes. Y el motivo de preocupación que más obstinadamente nos apremia es el temor a que nos sorprendan desprevenidos, a no ser capaces de ponernos al día de unos acontecimientos que se mueven a un ritmo vertiginoso, a pasar por alto las fechas de caducidad y vernos obligados a cargar con bienes u objetos inservibles, a no captar el momento en que se hace perentorio un cambio de enfoque y quedar relegados.
Así, dada la velocidad de los cambios, la vida consiste hoy en una serie (posiblemente infinita) de nuevos comienzos... pero también de incesantes finales. Ello explica que en nuestras vidas resulte abrumadora la preocupación por los finales rápidos e indoloros a falta de los cuales los comienzos serían impensables. Entre las artes del vivir líquido moderno y las habilidades necesarias para ponerlas en práctica, librarse de las cosas cobra prioridad sobre el adquirirlas.
2 comentarios:
has PRACTICAMENTE copiado la reseña del libro! como blog post, me parece muy pobre...me gustaria haber leido un comentario propio...en fin, en este momento estoy escribiendo un ensayo acerca de la primera parte del libro
A cali,
Lamento defraudarte, no pretendía otra cosa que copiar la reseña del libro. En esta época de mi vida me siento muy identificado con lo que escribe Bauman y el texto de la reseña lo trasladé al blog:
"Así, dada la velocidad de los cambios, la vida consiste hoy en una serie (posiblemente infinita) de nuevos comienzos... pero también de incesantes finales. Ello explica que en nuestras vidas resulte abrumadora la preocupación por los finales rápidos e indoloros a falta de los cuales los comienzos serían impensables".
Cuando uno está de acuerdo con lo ya escrito, ¿para qué escribir más?
Pueden resultar más interesantes los comentarios que vengan detras, como el tuyo.
saludos,
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