La generosidad cuesta menos con dinero público. Los diputados tendrán su jamón navideño, incluido en su cesta, y tendrán atenciones con 200 periodistas amén de los funcionarios que trabajan en el Congreso [1.770 cestas son 160.000 euros].
Así lo cuenta Juan Varela en Periodistas21.
Sigo pensando que los señores diputados tienen que tener "detalles" todo el año con los ciudadanos a los que dicen representar, en forma de iniciativas y leyes, razonables y "justas". Pero no. Han de "lubricar" su entorno más inmediato, para que allí -en el Congreso- siga la mascarada.
Los diputados autonómicos, en materia de obsequios navideños, no se quedan rezagados: tecnología electrónica para todos. Malva-rosa Connection se hace eco de lo publicado por Juan Varela al respecto.
De la ética y la deontología no hablamos. Si la olvidan durante el resto del año, ¿por qué habrían de hacer uso de ella en la Navidad?
El año pasado solo un periodista devolvió el regalo parlamentario.
Lean en el blog del diputado Manel Mas una entrada que hace referencia a los obsequios navideños, y lo bien que son recibidos:
Así lo cuenta Juan Varela en Periodistas21.
Sigo pensando que los señores diputados tienen que tener "detalles" todo el año con los ciudadanos a los que dicen representar, en forma de iniciativas y leyes, razonables y "justas". Pero no. Han de "lubricar" su entorno más inmediato, para que allí -en el Congreso- siga la mascarada.
Los diputados autonómicos, en materia de obsequios navideños, no se quedan rezagados: tecnología electrónica para todos. Malva-rosa Connection se hace eco de lo publicado por Juan Varela al respecto.
De la ética y la deontología no hablamos. Si la olvidan durante el resto del año, ¿por qué habrían de hacer uso de ella en la Navidad?
El año pasado solo un periodista devolvió el regalo parlamentario.
Lean en el blog del diputado Manel Mas una entrada que hace referencia a los obsequios navideños, y lo bien que son recibidos:
El Consell Regulador de la D.O. “Brandy de Jerez” i la Diputació de Cadis tenen la bona costum d’obsequiar a tots els diputats/es amb motiu de les festes nadalenques amb una botella de brandy d’alguna de les firmes que estan al Consell.Com que m’agrada aquest licor, rebo l’obsequi de molt bon grat. El problema enguany serà com emportar-me’l a casa per les noves mesures de seguretat al control aeroportuari, ja que hauria de facturar l’equipatge al pont aeri amb el consegüent perill que l’ampolla no arribi sencera. I, a Madrid no bec!
2. El Vice-president primer del Senat, l’amic Isidre Molas, m’envia un curiós llibre: “El tratado de la pintura por Leonardo da Vinci” de León Bautista Alberti, editat a Madrid el 1784, del fons bibliogràfic del Senat. Obro el llibre, i té totes les característiques (marques, segells, vellesa, textura,...) d’haver sortit de la biblioteca. No pot ser, penso. L’Isidre no pot pas enviar un llibre del fons del Senat! Fins hi tot, ho confesso, m’espanto confós. No pot ser! Hi dono voltes, capficat. Més tard, el torno a agafar per treure’n l’entrellat. Ah!, a l’interior de la contraportada trobo la clau: l’explicació de que es tracta d’una edició facsímil de l’original, del que se’n ha fet una edició limitada per que el Senat en pugui fer obsequi. Uff! Gràcies, Isidre.
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