del Blog de Juan Torres Lopez, Ganas de Escribir, y publicado en Temas para el Debate
...en lugar de disminuir, la criminalidad económica en todas sus variadas manifestaciones ha aumentado en los últimos años como consecuencia de los cambios institucionales que se han generalizado en el ámbito monetario: una gran desregulación y, sobre todo, la plena libertad de movimientos del capital.
Esta libertad es lo que permite que los inmensos flujos financieros que hoy día acumulan los bancos, los fondos de inversiones o las grandes empresas se muevan sin restricción alguna a la búsqueda de una rentabilidad que cada vez se desea más elevada e inmediata. A su amparo pueden evitarse los impuestos, cometer auténticos fraudes fiscales a escala internacional que ni siquiera están tipificados como tales, o evadir capitales de un país a otro sin problema alguno. Y en este régimen de libertad y desregulación es donde han nacido multitud de productos financieros, muy inseguros pero sumamente rentables, que son intrínsecamente corruptos; o “paraísos fiscales” en donde se oculta y protege el dinero proveniente de todo tipo de operaciones oscuras y delictivas, incluidas, por supuesto, las que llevan a cabo los terroristas y que ni siquiera se vigilan con tal de no molestar al resto de los inversores opacos.
En este nuevo ámbito financiero es muy difícil distinguir lo legal de lo ilegal, el comportamiento financiero honrado de la criminalidad más sucia y bochornosa. Baste pensar, sin ir más lejos, en las acusaciones vertidas contra los propietarios del Banco de Santander en el juicio que comenzará pronto: según informaron diversos medios de comunicación, manejar cerca de medio billón de pesetas de dinero negro proveniente de fuentes financieras más o menos inconfesables, sólo entre 1988 y 1989, o comercializar las llamadas "cesiones de crédito" entregando al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas, y declarando como sus titulares a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, o familiares de empleados del banco...
Sin ningún tipo de control y con países a los que se deja actuar como espacios al margen de toda ley es normal que el dinero procedente del crimen y vinculado a las operaciones financieras más oscuras viva sus días gloriosos en el planeta: nunca fue tan fácil hacer negocios sucios y nunca hubo una falta de control tan grande como la de hoy día.
La corrupción económica de la que tanto se viene hablando en los últimos tiempos en nuestro país es la que tiene que ver principalmente con la gestión urbanística pero no puede pensarse que sea completamente ajena al fenómeno que acabo de comentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario