la igualdad y el mercado

Adam Smith aportó argumentos que demostraban que un mercado que funcione correctamente tenderá siempre hacia la igualdad y que el sistema perfecto será aquel en que la igualdad lo impregne todo. Cuanto más se acerque a la igualdad más perfecto será. También arguyó que solo bajo éstas condiciones funcionará eficientemente un mercado. Era muy crítico de lo que denominaba "compañías de accionistas" las que nosotros llamamos corporaciones multinacionales, que, desde luego, ahora revisten una apariencia bien diferente.

Smith se mostraba muy escéptico sobre estas compañías dada la enorme brecha que separaba la cúpula directiva de los trabajadores de base y el bajo nivel de participación directa. También temía que la cúpula directiva se acabara convirtiendo, como en efecto así sucedió en el siglo XIX, poco antes de su muerte, en una especie de seres inmortales.

Y así sucedió, pero sin que el legislativo adoptara ninguna decisión al respecto. Nadie votó en el Congreso sobre ello. Y significó un enorme cambio para la sociedad americana y para el resto del mundo. El cambio aconteció de la mano del poder judicial. Los jueces, los abogados de las corporaciones y otras personas de ese entorno, simplemente crearon una Nueva sociedad en la cual los inmortales, las personas que poseían las corporaciones gozaban de un inmenso poder.

Actualmente las doscientas corporaciones más importantes del planeta controlan más de un cuarto del total de los activos mundiales y la cifra sigue subiendo. La revista Forbes saca anualmente su lista de las corporaciones más sobresalientes especificando el total de sus activos, y también su comportamiento, sus riquezas, sus cada vez mayores beneficios, su creciente concentración, a la vez que también apunta la significativa reducción de empleos que desde hace años se está produciendo.

Noam Chomsky [1995]