Recibir algún tipo de ayuda pública es, precisamente, uno de los rasgos que el estudio ha detectado que reducen las posibilidades que un parado tiene de conseguir un nuevo empleo.
¿Los motivos? El primero es obvio. Ingresar una renta de forma regular no es un gran incentivo a la hora de buscar un nuevo trabajo. Aunque según el Secretario General de Empleo, Valeriano Gómez, no es este el único motivo. En su opinión, de hecho, los beneficiarios del sistema de protección al desempleo muestran una actitud especialmente activa a la hora de buscar empleo.
La excepción son los perceptores del subsidio permanente para mayores de 52 años (más de 105.000), muchos de los cuales son prejubilados.
Sin embargo, el factor más relevante a la hora de medir las posibilidades de encontrar empleo de un parado es su permanencia en el desempleo. Los que llevan más de un año sin trabajar muestran unas tasas de acceso al empleo especialmente reducidas. Mucho más bajas, sin duda, que los que cumplen los otros dos rasgos de baja ocupabilidad definidos en el estudio: buscar empleo solo en su municipio o estar dispuesto a trabajar en menos de tres ocupaciones.
A juicio del Ministerio de Trabajo, que proporcionará a partir de Noviembre todos los meses datos sobre la ocupabilidad de los parados inscritos en los registros de los servicio Públicos de Empleo, los datos obtenidos serán utilizados tanto para incidir en las ofertas sobre los parados con mayor nivel de ocupabilidad, como para diseñar estrategias que permitan a ese cincuenta por ciento de parados con pocas esperanzas de salir de su situación mejorar sus expectativas.
Si uno de cada dos parados tiene casi imposible acceder a un puesto de trabajo, uno de cada tres trabajadores temporales que hay en España no ha conocido nunca otro tipo de relación laboral.
Entre los años 2000 y 2005, los datos del ministerio de Trabajo dicen que más de 1,25 millones de trabajadores solo tuvieron contratos temporales, en la mayoría de los casos con varias empresas e incluso para varios puestos de trabajo.
El número de los trabajadores que tuvieron suerte y lograron alcanzar un puesto fijo es prácticamente idéntico.
Fuente elEconomista, escrito por Bruno Pérez, publicado Viernes, 20/10/06
¿Los motivos? El primero es obvio. Ingresar una renta de forma regular no es un gran incentivo a la hora de buscar un nuevo trabajo. Aunque según el Secretario General de Empleo, Valeriano Gómez, no es este el único motivo. En su opinión, de hecho, los beneficiarios del sistema de protección al desempleo muestran una actitud especialmente activa a la hora de buscar empleo.
La excepción son los perceptores del subsidio permanente para mayores de 52 años (más de 105.000), muchos de los cuales son prejubilados.
Sin embargo, el factor más relevante a la hora de medir las posibilidades de encontrar empleo de un parado es su permanencia en el desempleo. Los que llevan más de un año sin trabajar muestran unas tasas de acceso al empleo especialmente reducidas. Mucho más bajas, sin duda, que los que cumplen los otros dos rasgos de baja ocupabilidad definidos en el estudio: buscar empleo solo en su municipio o estar dispuesto a trabajar en menos de tres ocupaciones.
A juicio del Ministerio de Trabajo, que proporcionará a partir de Noviembre todos los meses datos sobre la ocupabilidad de los parados inscritos en los registros de los servicio Públicos de Empleo, los datos obtenidos serán utilizados tanto para incidir en las ofertas sobre los parados con mayor nivel de ocupabilidad, como para diseñar estrategias que permitan a ese cincuenta por ciento de parados con pocas esperanzas de salir de su situación mejorar sus expectativas.
Si uno de cada dos parados tiene casi imposible acceder a un puesto de trabajo, uno de cada tres trabajadores temporales que hay en España no ha conocido nunca otro tipo de relación laboral.
Entre los años 2000 y 2005, los datos del ministerio de Trabajo dicen que más de 1,25 millones de trabajadores solo tuvieron contratos temporales, en la mayoría de los casos con varias empresas e incluso para varios puestos de trabajo.
El número de los trabajadores que tuvieron suerte y lograron alcanzar un puesto fijo es prácticamente idéntico.
Fuente elEconomista, escrito por Bruno Pérez, publicado Viernes, 20/10/06
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