Antonio García-Trevijano dedica en su Discurso del Ateneo un apartado a la representación política y a la abstención.
... Creación de la “Teoría pura de la Representación Política”, cuyo esquema, publicado en mi Web, desarrollaré en los Discursos de presentación del MCRC en Totana, el día 19 y en Vigo el 25 de abril. Para destruir el fraude de la representación proporcional en listas de partido, no basta con mostrar la superioridad representativa del sistema mayoritario uninominal. Pues este viejo sistema abandonó toda posibilidad de control del diputado cuando la revolución francesa prohibió el mandato imperativo, y tanto Sieyès como Burke introdujeron la metafísica de que el candidato tan pronto como es elegido ya no es una voz representativa de sus electores, sino la voz de la representación nacional.Tales absurdos, junto con el fraude de la representación proporcional, son evitados en la nueva teoría de la representación política, que está basada en el pluralismo del cuerpo social y en el carácter monádico de las unidades que lo componen. Cada distrito electoral es una mónada donde se reproduce la pluralidad social de la sociedad civil. Si el diputado de distrito es leal a su mónada local será forzosamente leal a la mónada nacional de la sociedad civil.La mónada nacional solo puede estar representada en sus funciones totales por el Parlamento y por la Presidencia ejecutiva de la República Constitucional. La voz del diputado, incluso pronunciada en el Parlamento, no es la voz de la Nación. Por eso puede estar sujeto a mandato imperativo. Y ser revocado su mandato en caso de deslealtad.No he tomado de Leibniz la palabra mónada, que significa unidad compleja, pues la mónada de cada distrito electoral, no es metafísica ni cerrada al exterior. Tampoco la he sacado de la filosofía personalista de Renouvier porque la mónada política no es el individuo aislado, sino el agente de la acción representativa, que en el mundo moderno solo puede ser el distrito electoral, en tanto que es la voluntad diputante de un solo diputado a la representación parlamentaria.
De esta teoría se desprende que la abstención es un deber moral en el sistema proporcional de listas de partidos, sean abiertas o cerradas, mientras que es un derecho político en el sistema de elección uninominal por distrito. El tema de la abstención será desarrollado en mis discursos de este mes en Totana y Vigo.
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