¡Basta Ya! es un colectivo nacido de la resistencia política y no meramente moral contra el terrorismo: es decir, que no sólo hemos condenado como tantas personas decentes los crímenes y la extorsión, sino que también hemos denunciado el nacionalismo obligatorio que se ha impuesto bajo el amparo del terror en el País Vasco y, por contagio oportunista, en otras comunidades españolas. Por ejemplo, yo no creo que la reforma del Estatuto catalán y después de los demás vaya a "romper" España como creen algunos apocalípticos. Lo que pienso es que ciertamente la empeora, agudizando desigualdades y mutuos recelos. Dejando aparte las desmesuras de la lunatic fringe separatista, que por cierto ha adquirido en los últimos años una magnitud política y mediática que para nada se corresponde con su peso electoral, los nacionalistas no quieren romper el país sino obtener privilegios dentro de él. No se trata de matar a la vaca sino de ordeñarla al máximo y durante el mayor tiempo posible, lo cual es incompatible con hacerla filetes y consumirla de una sentada. Es la tradicional estrategia del caciquismo hispano, que consistía en que unos cuantos tuviesen vara alta sin interferencias en la demarcación que convertían en su cortijo a cambio de apoyar al Gobierno complaciente en el Parlamento estatal. El nacionalismo que hoy padecemos -el de los nacionalistas propiamente dichos y el de quienes ante su ejemplo no quieren quedarse atrás- es el viejo caciquismo, dotado de bandera y señas identitarias hipostasiadas. Como demuestran los resultados de los referendos estatutarios, es un proyecto que no entusiasma precisamente a la mayoría de la población en ninguna parte.
lunes, 2 de abril de 2007
la estrategia del caciquismo/nacionalismo
Escribe Fernando Savater en El País, vía Regio:
Etiquetas:
caciquismo,
Fernando Savater,
nacionalismo
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