Fernando Montero escribe en su blog de Emprendedores sobre los fallos en la comunicación en una caso concreto: la respuesta de Rodríguez Zapatero a la pregunta sobre el precio del café.
Emprendedores y profesionales suelen participar a menudo en conferencias, presentaciones de empresa o productos, ruedas de prensa, o cualquier intervención pública de las modalidades más diversas. En la respuesta de Zapatero, veo tres errores de los que conviene que tomes nota para no meter la pata cuando seas tú quien se encuentre en una situación similar.
El primer fallo fue, en mi opinión, intentar responder a una pregunta cuya respuesta no conocía. Fue lo que, en lenguaje cotidiano, se llama ‘dárselas de listo’. ¿Por qué lo hizo? ¿Acaso el presidente, preocupado en tantos y tan complejos temas, tiene la obligación de saber el precio del pan, del metro o del pincho de tortilla? Pienso que no.
Segundo fallo: si no sabía cuánto cuesta un café en la calle (la pregunta era “en la calle”, no en la Moncloa o en la cafetería del Congreso), ¿por qué contestó? Aquí ZP pecó de imprudente.
Tercer fallo: cuando el ciudadano, con gran autoridad para hablar del precio del café, le dijo que no, que 80 céntimos costaba en los tiempos del abuelo Patxi, Zapatero (persona desinformada y sin autoridad para hablar sobre el precio del café) le replicó con un arrogante: “Depende”. Es decir, una persona desinformada que intenta ponerse a la altura de una persona informada. ¿Por qué no demostró aquí un buen talante y reconoció que no tenía ni idea sobre el precio del café?
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