Si mantenemos la ficción de que los diputados nos representan -cosa harto complicado de certificar- parece que sería util el voto a uno de los dos partidos mayoritarios, ya que los diputados elegidos según este esquema bipartidista elegirían a su vez al presidente del gobierno. En esta confusión del legislativo y el ejecutivo, propio de la partitocracia española, pasa inadvertido cual es o debería ser el papel del Congreso: hacer las leyes y fiscalizar al Gobierno; los diputados quedan reducidos a un apéndice del gobierno y de la secretaría general de su partido. Es inutil votar a los partidos minoritarios, y hasta al que queda segundo en número de votos.
Es util en definitiva votar al partido / caballo ganador, mejor casi que nos digan -despues del pastoreo- quien va a ser y luego le votamos.
En el utilómetro se explican: "Nuestra opinión es que el voto útil es un asco. El vernos forzados a votar una opción distinta de aquella con la que más nos identificamos es algo que no tendría que suceder. Pero al mismo tiempo hay que ser prácticos".
También apuntan propuestas para cambiar el sistema:
Hay varias soluciones para tener un sistema electoral más justo y proporcional. La más sencilla y la única que no necesitaría reformar la Constitución, sería la de aumentar el número de diputados. Si en lugar de un congreso de 350 diputados tuviésemos uno de 400 diputados habría más diputados para repartir por cada provincia y haríamos que cada provincia fuese un poco más proporcional. Es un arreglo chapucero que no ataca la fuente del problema pero al ser algo bastante fácil de hacer puede ser un primer paso en la dirección correcta (el mayor problema es que tendríamos a más diputados a los que pagaríamos por leer el periódico en el escaño)
El sistema más proporcional posible y el que mejor representaría a todo tipo de minorías sería la circunscripción electoral única, los diputados se repartirían según el porcentaje obtenido en todo el conjunto del estado. El principal problema de este sistema es que suele generar parlamentos difíciles de gobernar, con un número grande de partidos que necesitan aliarse para gobernar. Normalmente se suelen poner los ejemplos de Italia o Israel para defender esta objeción. Nosotros no estamos tan seguros de que tener un parlamento más fraccionado sea algo malo. La verdad es que este es el sistema que más respeta la voluntad de la gente.
Hay otros sistemas mixtos en los que una parte de los diputados se elige mediante unas circunscripciones territoriales y otra parte mediante una circunscripción única nacional. Este sería el caso del modelo alemán que se considera un ejemplo de un sistema que tiene una muy alta proporción de proporcionalidad eliminando alguno de los principales problemas del sistema de circunscripción única. Otro sistema mixto que se ha propuesto en España es el de crear una circunscripción especial de unos 50 escaños en la que se recojan los votos que no han obtenido un escaño en el reparto por provincias.
Por último, una opción que se podría ajustar bastante a la realidad española sería el hacer que la circunscripción no fuese la provincia sino la comunidad autónoma. De nuevo esto no resolvería todos los problemas, seguiría habiendo algunas circunscripciones con muy pocos diputados, pero sería un claro avance en la mayoría de los casos y es algo que, desde luego, tendría bastante más sentido en un sistema político tan basado en las comunidades autónomas como el nuestro.
En cualquier caso no queremos abogar por un sistema electoral concreto. Lo que nos parece es que el actual es muy deficiente y lleno de problemas y queremos que se pueda abrir el debate y pensar en la necesidad de cambiarlo en el futuro.
De momento tenemos a mano una solución práctica y racional, muy republicana, MUY UTIL:no aparecer por el colegio electoral el día 9 de Marzo.
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