...En cualquier caso, el próximo domingo será elegido un parlamento orgánico que se dividirá en grupos compactos que obedecerán las órdenes de los partidos aunque eso contravenga los intereses de sus electores. Aquí el Parlamento es escasamente representativo, muy poco deliberativo y absolutamente nada democrático. La oligarquía española —con los “hidalgos” independentistas con la llave de la mayoría absoluta— está cómoda con esta situación de demagogia absoluta y una sociedad conformista.
Por otro lado, después del domingo España continuará teniendo los tres poderes unidos en uno. Del Congreso saldrá elegido un presidente del Gobierno que, a partir de ahí, controlará Ejecutivo y Legislativo. Y el TC, el Supremo y el CGPJ continuarán dependiendo de los porcentajes electorales de los partidos.
Pase lo que pase el día 9, el sistema autonómico constituido en 1978 seguirá adelante con su labor de desgaste continuo y catastrófico del Estado español. Nuestro país hace aguas gracias a la instauración de unos reinos de taifas corruptos y localistas donde el cacique de turno hace y deshace a su antojo. Hasta tal punto que el burro andaluz, Manuel Chaves, va a ganar otra vez aunque Andalucía ande a la cola de Europa.
Por fin, el resultado del domingo no cambiará el modelo educativo español, ese que crea súbditos analfabetos en lugar de ciudadanos con espíritu crítico. Ésa es la única manera de entender por qué nadie sale a la calle para protestar por un cambio de los burros de los que aspiran a ser presidente: un bobo de solemnidad y un vago sin aparato... partidista. Bien pensado, quizás seamos nosotros los burros que no saben siquiera dar el primer bocado.
Todo sea dicho, claro está, con el mayor respeto hacia los burros.
Blogged with Flock
No hay comentarios:
Publicar un comentario