Post de Lorenzo Alonso en el Blog del Movimiento de los Ciudadanos por la República Constitucional sobre el inexistente debate sobre los Presupuestos Generales del Estado.
La ley que aprueba los Presupuestos Generales del Estado (PGE)1 para el año siguiente suele ser una de las leyes más importantes del curso parlamentario, ya que con ella se cuantifica la presión fiscal que ejerce el Estado sobre la sociedad y las políticas públicas que el Poder Ejecutivo y otros Entes Públicos llevarán a cabo.
Aquí, en España, es el Poder Ejecutivo, encabezado por el Gobierno, el que elabora ese conjunto de documentos en el que se dice lo que van a gastar cada órgano y cada ente del Estado y cómo se financiarán esos gastos. Como casi todas las leyes de esté Régimen, nace en el Gobierno como Proyecto de ley, una forma de intrusismo en el Poder Legislativo y una prueba más de la no existencia de separación de poderes2.
La teoría presupuestaria clásica nos dice que el Parlamento decide los tributos que han de pagar los ciudadanos y después en qué se van a emplear. Pero por estos pagos las cosas funcionan al revés: primero se enumeran todas las políticas públicas que se quieren realizar en Justicia, Defensa, Seguridad Ciudadana, Pensiones, Desempleo, Sanidad, Educación, Agricultura, Industria, Infraestructuras, Investigación, etc. (349.415 millones de euros) y después se dice cómo se financiarán (308.529 millones de euros ), que, como vemos, ya prevén Déficit Público antes de comenzar (40.886 millones de euros).
Como dicen los hombres de la nueva macroeconomía, la financiación del Déficit Público con Deuda Pública no es un método alternativo a la utilización de impuestos, sino solamente una forma de retrasarlos en el tiempo, pues la Deuda Pública de hoy son impuestos de mañana. Esta afirmación la podemos comprobar en los documentos analizados donde se consignan partidas presupuestarias para pagarla, que se comen casi el 15% de todos los Gastos Presupuestados.
Cuando se elaboran los PGE se tienen en cuenta los comportamientos futuros de los agentes económicos y se prueban sus efectos en los diversos escenarios económicos posibles. ¿Cuál de ellos han tenido en cuenta en su elaboración?
¿Él que prevé una suave desaceleración con menos consumo, menos créditos, tasas de interés más o menos estables, pequeñas subidas del barril del petróleo y del gas, etc.?
¿Él que prevé un castañazo con subidas de los tipos de interés, mileuristas sin hipotecas o hipotecados hasta las cejas, caída de la demanda interna, aumento de las solicitudes de créditos al exterior, subidas considerables del barril del petróleo, revisión de los contratos de suministro del gas, etc.?
La Presión Fiscal en España (Ingresos tributarios sobre PIB), a decir de los expertos, sobrepasa el 41% en 2007 lo que implica que la sociedad civil no pueda tomar sus decisiones libremente sobre ese porcentaje de ingresos. Y en el otro lado de la balanza vemos que los Gastos de las Administraciones Públicas en este país se acercan peligrosamente al 50%, comenzando a ser una “economía estatalizada”.
A este respecto, recordemos que todo empezó con unas pequeñas dosis de intervencionismo para animar la economía y salir de la Depresión (Keynes y sus seguidores) y ahora el Gasto Público está desbocado. En Alemania hace unos años que se dieron cuenta de este desmadre y están rectificando, el equipo del nuevo Presidente de Francia, Sarkozy, también se está dando cuenta de que su Seguridad Social está desbordada, las jubilaciones rebosan de viejos privilegios, hay verdaderos ejércitos de funcionarios que se comen casi el 40% del Presupuesto, las industrias punteras están en manos de enácratas3 en vez de expertos en tecnologías actuales, etc. “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar …..”.
Otro aspecto que merece destacar es el descenso de la importancia que tiene la Administración del Estado en el conjunto de las Administraciones Públicas, que integran: el mismo Estado, las Comunidades Autónomas4 y las Entidades locales5. El informe económico y financiero que acompaña a los PGE dice que la mitad del Gasto Público está gestionado por ellas. No en vano España está incluida en el grupo de los Estados Federales a los efectos de los análisis de la gestión descentralizada del Gasto Público que efectúa la OCDE.
Si del total del Gasto Público estatal previsto, se le restan las pensiones, las transferencias a otras Administraciones Públicas y la Deuda Pública, queda un montante de 134.440,58 millones de euros, menos que lo que gestionan las Comunidades Autónomas. El Estado se está quedando para prestar servicio públicos básicos, pagar pensiones, devolver los préstamos pedidos y sus intereses por haberse excedido en sus gastos, transferir fondos para que funcionen las otras Administraciones Públicas6; cada vez tiene menos capacidad para intervenir en la economía y en la sociedad nacional, pues las políticas impactantes (la agricultura, la pesca, la vivienda, la industria y las infraestructuras) y las de mayor influencia social (educación, sanidad, servicios sociales) están en manos de los otros niveles administrativos, sobre todo del autonómico.
El Proyecto de PGE para 2008 no es un documento coherente elaborado por los dirigentes de un Estado-Nación con proyección de futuro, parece que está confeccionado con parches (paga extra a las nuevas madres, rebajas fiscales a los alquileres, rebaja fiscal en el IRPF7, regionalización de las infraestructuras de acuerdo con las presiones recibidas8, etc.), acuerdos bilaterales (¿confederales?) entre los nuevos reyes de las Taifas, ridícula aportación de los territorios con sistemas especiales basados en derechos históricos9, etc.
En muchos casos lo malo no es gastarlo ahora, por una sola vez, sino crear derechos permanentes, pero a los gobernantes eso les da igual, tienen el poder y lo van a utilizar para ganar las próximas elecciones aunque tengan que hipotecar a España o endeudarla como hicieron los dirigentes argentinos. Pero los politicastros de la oposición no se quedan atrás ofreciendo el oro y el moro, que es lo único que pueden hacer en el Estado; ya que en las Autonomías que controlan también lo hacen.
En definitiva, no existe “gobernanza”.
Lorenzo Alonso.
notas [1, 2,...9] en el post original
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