Sobre la dificultad que entraña que los políticos actuales regeneren la democracia escribe Francisco Rubiales en Voto en Blanco:
He escuchado a muchos expertos en derecho político afirmar que la democracia es imposible con los políticos actuales porque la vida interna de los partidos políticos está ideada no para forjar a demócratas sino a peligrosos autoritarios, que, si quieren prosperar en el seno de sus partidos se ven obligados a someterse a sus jefes, a renunciar a sus propias ideas, a silenciar sus opiniones en debates que siempre son falsos, a enterrar la conciencia bajo siete llaves, a adular constantemente al jefe y, en definitiva, a vivir dentro de un mundo vertical, autoritario y diametralmente opuesto a la democracia, en el que el más fuerte siempre tiene la razón.
Y explican que, después, cuando esos políticos ganan las elecciones y asumen el deber de gobernar, lo hacen con el espíritu que han vivido y convierten la democracia, que es el arte de convivir en paz e igualdad bajo el poder del ciudadano, en una oligocracia feroz en la que lo importante es prevalecer, dominar y permanecer en el poder, "como sea".
No hay comentarios:
Publicar un comentario