El malestar no se limitaba, en cualquier caso, a filas del PP, sino que la indignación era generalizada en el resto de formaciones después de que la diputada hubiera tildado la política catalana de
"charca ponzoñosa y asquerosa" en la que los partidos están
"podridos" y son nidos de
"corrupción" y el Parlament es una
"pantomima", una
"especie de circo" en el que
"todo está decidido antes de votar". El presidente del Parlament, Ernest Benach, colgó en su blog un artículo en defensa del trabajo de los diputados, en el que, sin citar a Montserrat Nebrera, lamenta los debates que "rebajan el valor de las instituciones".
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