
Sucede en los últimos tiempos que, aprovechando los problemas derivados de la lucha contra el terrorismo y la confrontación política acerca de la unidad territorial, todo un galáctico mundillo empresarial está siendo silenciosamente amnistiado de cualesquiera delitos económicos que pudieran habérsele imputado. Es como si el Gobierno Zapatero y su Fiscal General para Todo, el señor Conde-Pumpido, hubieran declarado una unilateral amnistía para ricos, gente toda tan principal que en su derredor surgen de modo natural y casi espontáneo auténticas inmunidades de jurisdicción, a modo de emanación del magnetismo personal y patrimonial de hombres tan distintos a los demás. Como en una rediviva Escuela de Kiel del derecho penal nazi, gente de tan buena cuna, tan servicial con el Poder, el que sea, es imposible que pueda delinquir. Así que todos a casa, a sus fincas, a sus Consejos, aliviados por no tener que pasar por el incómodo trance del banquillo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario