Escribe Ramón Corominas en el blog de Sonia Blanco
"Pues bien, yo no dudo de que los ciudadanos de la calle tendremos nuestras limitaciones a la hora de expresarnos, o que podemos caer en la tentación de buscar más el minuto de gloria que la información. Asumo que toda buena idea puede corromperse, pero creo sinceramente que para plantear preguntas que interesan a la ciudadanía sólo hace falta ser ciudadano, no periodista. Ya vendrán después los profesionales para comprimirnos esos 120 minutos en 80 céntimos, o para interpretar detalladamente el ritmo, los gestos o el aspecto del interrogado, o del decorado que no tenía la bandera española... Porque está claro que esas son las cosas importantes de la intervención de un político. De las respuestas a los ciudadanos apenas se habla, porque al parecer no le interesan a nadie. Y yo me pregunto, ¿están los periodistas más cerca de los ciudadanos que los políticos?
Nos merecemos otro periodismo, que escuche lo que los ciudadanos demandamos, que no es otra cosa que información sobre los temas que nos preocupan, no sobre lo que los periodistas opinan que nos interesa. Un periodismo que sea capaz de superar la anécdota y centrar el debate en los temas reales. Esos periodistas que se sienten amenazados cuando las personas de la calle piden otra información, son los que han hecho que un magnífico programa de participación ciudadana se transforme en la anécdota de un café de 80 céntimos, robándonos a todos el fondo de lo que allí se dijo. Me siento absolutamente estafado por ese periodismo de grandes titulares."
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