¿Qué es la renta básica?
Consiste en un pago mensual del Estado a cada ciudadano “de pleno derecho”, según la propuesta trasladada al Parlamento Europeo, con independencia de si trabaja o ha trabajado y sin tener en cuenta con quien conviva.
¿Qué pretende la propuesta?
La propuesta justifica su existencia en la necesidad de acabar con la pobreza, evitar la estigmatización de quienes dependen de las prestaciones asistenciales, incrementar la autonomía para participar en el mercado laboral e integrar el sistema de prestaciones con el fiscal.
¿Quién tendría derecho a la renta básica?
Cualquier ciudadano español de pleno derecho desde su nacimiento hasta su muerte.
¿Qué importe tendría este pago?
No se ha establecido el detalle, pero nunca podrá ser inferior al umbral de la pobreza en cada comunidad autónoma, según la propuesta que ya estudia una Subcomisión del Congreso de los Diputados. Este informe se fijará cada cinco años y se revisará anualmente con el IPC. Ahora equivaldría a unos 300 euros para España. La propuesta europea lo eleva a una media de 421 euros.
¿Todo el mundo percibirá la misma renta?
No. Podrá haber tres importes diferentes: uno para los menores de 18 años, otro para los mayores de 65 años y un tercero para las personas entre 18 y 65 años. En cualquier caso, el importe que reciban los menores no podrá ser inferior al 50% del umbral de pobreza, el de los mayores de 18 años al menos el 100% del umbral, y de los mayores de 65 años un 10% adicional al anterior, según el texto que IU elaboró originalmente y que se ha convertido en el germen de la propuesta impulsada por los eurodiputados socialistas en el Parlamento Europeo.
¿Cómo se financiaría?
El coste se haría con cargo a los Presupuestos de las administraciones, aunque podrá articularse dentro de una reforma tributaria.
¿Sería compatible con otras ayudas?
No. Se daría por hecho que al recibir cualquier ayuda pública no contributiva superior al umbral de pobreza la renta básica queda ya satisfecha. Si es menor, entonces sí podría ser sustituida o complementada por la renta básica.
¿Quién gestionará los pagos?
Cada comunidad autónoma debería ser la encargada de abonar a sus ciudadanos la renta básica. Se podría articular en forma de deducciones en las retenciones mensuales, aunque no tendría el carácter de renta a efectos del IRPF. Del mismo modo, cualquier deducción en la base o desgravación en la cuota del IRPF podría considerarse parte integrante de la renta básica.
Entre los padrinos de esta idea se ha encontrado el ahora Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que en su etapa en la oposición aplaudió la posibilidad de contar con una paga cuyos máximos benefactores fuesen los jóvenes sin ingresos, las amas de casa o los ancianos mas desfavorecidos. El propio presidente del Gobierno esgrimió argumentos a favor de esta iniciativa en los meses previos a las elecciones generales del 14 de Marzo de 2004. Las bases de Zapatero para defenderla pasaban por señalar que debe “generalizar [la paga] entre las personas que carecen de unos ingresos mínimos que les permitan enfrentarse de forma básica a sus proyectos vitales”.
La definición de Zapatero sacaba del colectivo de perceptores de la renta a las personas que contasen con ingresos propios (principalmente por medio del trabajo o de rentas del capital), recursos que deberían ser ya capaces, por si mismos, de asegurarles un adecuado nivel de vida.
Fuente diario Expansión, 15 de Agosto de 2006
Consiste en un pago mensual del Estado a cada ciudadano “de pleno derecho”, según la propuesta trasladada al Parlamento Europeo, con independencia de si trabaja o ha trabajado y sin tener en cuenta con quien conviva.
¿Qué pretende la propuesta?
La propuesta justifica su existencia en la necesidad de acabar con la pobreza, evitar la estigmatización de quienes dependen de las prestaciones asistenciales, incrementar la autonomía para participar en el mercado laboral e integrar el sistema de prestaciones con el fiscal.
¿Quién tendría derecho a la renta básica?
Cualquier ciudadano español de pleno derecho desde su nacimiento hasta su muerte.
¿Qué importe tendría este pago?
No se ha establecido el detalle, pero nunca podrá ser inferior al umbral de la pobreza en cada comunidad autónoma, según la propuesta que ya estudia una Subcomisión del Congreso de los Diputados. Este informe se fijará cada cinco años y se revisará anualmente con el IPC. Ahora equivaldría a unos 300 euros para España. La propuesta europea lo eleva a una media de 421 euros.
¿Todo el mundo percibirá la misma renta?
No. Podrá haber tres importes diferentes: uno para los menores de 18 años, otro para los mayores de 65 años y un tercero para las personas entre 18 y 65 años. En cualquier caso, el importe que reciban los menores no podrá ser inferior al 50% del umbral de pobreza, el de los mayores de 18 años al menos el 100% del umbral, y de los mayores de 65 años un 10% adicional al anterior, según el texto que IU elaboró originalmente y que se ha convertido en el germen de la propuesta impulsada por los eurodiputados socialistas en el Parlamento Europeo.
¿Cómo se financiaría?
El coste se haría con cargo a los Presupuestos de las administraciones, aunque podrá articularse dentro de una reforma tributaria.
¿Sería compatible con otras ayudas?
No. Se daría por hecho que al recibir cualquier ayuda pública no contributiva superior al umbral de pobreza la renta básica queda ya satisfecha. Si es menor, entonces sí podría ser sustituida o complementada por la renta básica.
¿Quién gestionará los pagos?
Cada comunidad autónoma debería ser la encargada de abonar a sus ciudadanos la renta básica. Se podría articular en forma de deducciones en las retenciones mensuales, aunque no tendría el carácter de renta a efectos del IRPF. Del mismo modo, cualquier deducción en la base o desgravación en la cuota del IRPF podría considerarse parte integrante de la renta básica.
Entre los padrinos de esta idea se ha encontrado el ahora Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que en su etapa en la oposición aplaudió la posibilidad de contar con una paga cuyos máximos benefactores fuesen los jóvenes sin ingresos, las amas de casa o los ancianos mas desfavorecidos. El propio presidente del Gobierno esgrimió argumentos a favor de esta iniciativa en los meses previos a las elecciones generales del 14 de Marzo de 2004. Las bases de Zapatero para defenderla pasaban por señalar que debe “generalizar [la paga] entre las personas que carecen de unos ingresos mínimos que les permitan enfrentarse de forma básica a sus proyectos vitales”.
La definición de Zapatero sacaba del colectivo de perceptores de la renta a las personas que contasen con ingresos propios (principalmente por medio del trabajo o de rentas del capital), recursos que deberían ser ya capaces, por si mismos, de asegurarles un adecuado nivel de vida.
Fuente diario Expansión, 15 de Agosto de 2006
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