Escribe Fátima Martin en El Confidencial:
Constructoras, bancos y, sobre todo, administraciones públicas españolas sufrirán las consecuencias del enfriamiento “inevitable, más tarde o más temprano” del boom inmobiliario patrio, según el informe de Deutsche Bank (DB) titulado What if the Spanish housing market weakens? (¿Y si el mercado inmobiliario español se debilita?).
En el informe, fechado en esta misma semana, la entidad alemana afirma que “un ajuste en el sector afectará a España en muchos frentes”, los más vulnerables de los cuales son las cuentas públicas de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y hasta el Gobierno Central. Para Deutsche Bank, constructoras y bancos están más preparados, vía diversificación, para el cambio de ciclo. Colchón que, a juzgar por los analistas, el sector público español no ha previsto.
“Una ralentización de la actividad constructora afectaría, por supuesto, a la Seguridad Social, debido al aumento del paro y eliminaría los beneficios pasados de incluir a los inmigrantes regularizados (muchos de los cuales trabajan en el sector de la construcción) en el sistema”, escriben los expertos. Con todo, para ellos, son más importantes las consecuencias para las cuentas de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
El estudio destaca la gran dependencia de los gobiernos regionales de la construcción, a través de licencias, ventas de terrenos e impuestos. E incluso hace mención a los presuntos sobornos a ediles de ciertos Ayuntamientos, en estos momentos bajo investigación.
Constructoras, bancos y, sobre todo, administraciones públicas españolas sufrirán las consecuencias del enfriamiento “inevitable, más tarde o más temprano” del boom inmobiliario patrio, según el informe de Deutsche Bank (DB) titulado What if the Spanish housing market weakens? (¿Y si el mercado inmobiliario español se debilita?).
En el informe, fechado en esta misma semana, la entidad alemana afirma que “un ajuste en el sector afectará a España en muchos frentes”, los más vulnerables de los cuales son las cuentas públicas de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y hasta el Gobierno Central. Para Deutsche Bank, constructoras y bancos están más preparados, vía diversificación, para el cambio de ciclo. Colchón que, a juzgar por los analistas, el sector público español no ha previsto.
“Una ralentización de la actividad constructora afectaría, por supuesto, a la Seguridad Social, debido al aumento del paro y eliminaría los beneficios pasados de incluir a los inmigrantes regularizados (muchos de los cuales trabajan en el sector de la construcción) en el sistema”, escriben los expertos. Con todo, para ellos, son más importantes las consecuencias para las cuentas de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
El estudio destaca la gran dependencia de los gobiernos regionales de la construcción, a través de licencias, ventas de terrenos e impuestos. E incluso hace mención a los presuntos sobornos a ediles de ciertos Ayuntamientos, en estos momentos bajo investigación.
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