El Gobierno ha llegado a un acuerdo con la Iglesia Católica en lo referente a la financiación de la misma con dinero público: la Iglesia recibirá el 0,7% del Impuesto sobre la Renta de aquellas declaraciones en las que ha sido seleccionada. Me parece civilizado que hayan llegado al acuerdo.
Este 0,7% no es el porcentaje que vienen reclamando las ONG´s que trabajan en el Tercer Mundo: 0,7% del PNB de los países desarrollados para Ayuda al Desarrollo.
Luego, el Gobierno ha declarado que “estudiará” la posibilidad de extender este acuerdo a otras religiones y ONG´s. Todo ello está muy bien, pero yo sugiero que vayan más lejos:
Primero, que permita al contribuyente indicar en la correspondiente casilla de la declaración de la renta el Número del CIF [código de identificación fiscal] de la Iglesia, Organización NO Gubernamental o Fundación [dadas de alta en los correspondientes Registros Públicos y en Hacienda] que considere oportuna, a la que quiere que llegue SU contribución.
Esto supone que el Gobierno, en ningún caso determinaría cuantos fondos deben de ir a cada institución, y cuales instituciones entran en el reparto. Nada de repartos a dedo del resto de la partida, en especial a las ONG de acción social. Que lo decida el contribuyente.
Segundo, que quede disponible para el ciudadano contribuyente la opción de no asignar fondos a ninguna entidad, si así lo considerase oportuno.
A mis lectores, háganlo seguir.
Este 0,7% no es el porcentaje que vienen reclamando las ONG´s que trabajan en el Tercer Mundo: 0,7% del PNB de los países desarrollados para Ayuda al Desarrollo.
Luego, el Gobierno ha declarado que “estudiará” la posibilidad de extender este acuerdo a otras religiones y ONG´s. Todo ello está muy bien, pero yo sugiero que vayan más lejos:
Primero, que permita al contribuyente indicar en la correspondiente casilla de la declaración de la renta el Número del CIF [código de identificación fiscal] de la Iglesia, Organización NO Gubernamental o Fundación [dadas de alta en los correspondientes Registros Públicos y en Hacienda] que considere oportuna, a la que quiere que llegue SU contribución.
Esto supone que el Gobierno, en ningún caso determinaría cuantos fondos deben de ir a cada institución, y cuales instituciones entran en el reparto. Nada de repartos a dedo del resto de la partida, en especial a las ONG de acción social. Que lo decida el contribuyente.
Segundo, que quede disponible para el ciudadano contribuyente la opción de no asignar fondos a ninguna entidad, si así lo considerase oportuno.
A mis lectores, háganlo seguir.
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