el Ave Madrid-Santander

Ayer por la mañana: cita en Santander con el dentista. En el muelle de ferrys el Pont Aven, de Britanny Ferries, un gran barco de pasajeros que cruza regularmente el mar Cantábrico para comunicarnos con Gran Bretaña.

Santander está mejor comunicada que estaba. El gobierno regional ha apostado por potenciar el aeropuerto de Parayas, hay muchos más vuelos: algunos de bajo coste. Proximamente podremos volar, por ejemplo, a Mahón y a Milán. Todavia falta por terminar la autovía de la meseta, entre el valle de Iguña y Pesquera, para poder viajar a Madrid. Y claro, falta el tren de alta velocidad.

Antes de anoche, el presidente Revilla [PRC] fue entrevistado en una televisión local y -entre campechano y entrañable- nos contó las dificultades para concretar con el presidente del gobierno, señor Rodríguez Zapatero, algo respecto al AVE Madrid-Santander.

Revilla era bien recibido en Moncloa coincidiendo con los Santos Inocentes, llegaba con unas anchoas de Santoña y conseguía cosas, pero llegó el tiempo electoral y Zapatero no le contesta al teléfono, ni le devuelve las llamadas. Habrá Ave pero no se sabe cuando, y a Revilla le interesa se liciten ya los tramos Valladolid-Palencia y Palencia-Alar del Rey.

Nos recuerda el engaño de la Engaña, el inconcluso y desmantelado ferrocarril Santander - Mediterraneo por mor de los intereses de la oligarquía vasca, y de sus ministros en los gobiernos de Franco, y el retraso con el que se han hecho las grandes obras públicas en la región, por ejemplo 20 años en el caso de la autovía. Habrá que esperar los tiempos post-electorales, del pacto y del apaño, para ver que queda del tren de alta velocidad.

De la gestión de Revilla me fijo en dos puntos negros, o gris marengo por lo menos: la discutible gestión pública del urbanismo -confirmado por los tribunales-, y la no menos discutible medalla de Cantabría al superbanco, ya que no a su presidente -nuestro plutócrata nacional- al que se le ofreció previamente a título individual.

Por la tarde, los británicos que llegaron en el Pont Aven ya se han dispersado por la región, una pareja visita la iglesia románica de San Cipriano en mi pueblo. En Reinosa la megafonía electoral anuncia un mitin de Revilla con el alcalde candidato -que no ha hecho un pleno en lo que va de año- y con Tony Ronald. ¿Recuerdan la canción Help, ayudamé..? Habrá chocolatada.

Sugerencias: antes de que lleguen los Grandes Expresos Europeos sería bueno que:
1- cambiaran los trenes regionales, así el tren de las 14,10 que va a Valladolid un antiguo modelo repintado n veces, ahora de color naranja, con los respaldos reversibles es uno de los trenes más incómodos de los ferrocarriles españoles. Si el viajero mide más de 1,70 metros tendrá que hacer grandes esfuerzos para acomodarse en el reducido espacio que le toca, o pactar con el compañero de viaje que se sienta en frente, la disposición mútua de las rodillas.
2- Adif podría vender billetes en la estación de Reinosa para los trenes talgo y grandes distancias que paran en Reinosa. Parece obvio.
3- Podrían establecerse de una vez bonos de 10 ó más viajes como en todas las unidades de cercanías de España, y bonos combinados de transporte [no solo para un mes]. Y ahí el gobierno del señor Revilla tiene cosas que hacer.