El precedente sentado con Botín sí ha servido, en cambio, para absolver a Ybarra. Nos alegramos por él. Es una gran noticia para el buen nombre de una familia que lleva desde 1815 en el mundo de la empresa sin pisar la cárcel, lo cual tiene su mérito, aunque no conviene olvidar que don Emilio sigue teniendo abiertas otras causas, la más peligrosa de las cuales es la de las cuentas de Privanza en USA y paraísos fiscales.
Y mientras el Supremo absuelve a Ybarra, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se dispone a celebrar a partir de mañana las preliminares de la vista oral por el juicio de las cesiones de crédito, donde el muy honorable Botín está metido en el barro hasta las cachas. Pues bien, el tam-tam que llega tanto de la propia Audiencia como del Santander parece indicar que el cántabro saldrá del envite sin mácula de chapapote, vamos, que el tribunal, cuya presidencia iba a ocupar el defenestrado Gómez Bermúdez, aunque no debiera tras el varapalo de la Sala de lo Contencioso del Supremo, se dispone a dar cerrojazo al asunto. Y aquí paz y después gloria. Gloria para don Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, banquero del Sistema y primera fortuna española. Amén".
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