Según el magnate de la comunicación, los multimillonarios estadounidenses no donaban el dinero adecuado para no bajar puestos en el ránking. Turner soñaba entonces con que compitieran por lo contrario: liderar la lista de los que más dan.
Diez años más tarde, el sueño de Turner, que dio ejemplo donando mil millones de dólares a Naciones Unidas en 1997, se ha cumplido. En los últimos meses, la filantropía está viviendo su época dorada, con una cascada de donaciones protagonizadas por personajes cuyo rostro benéfico empieza a adquirir mayor peso que el empresarial. Bill Gates, Warren Buffet o Klaus Jacobs son buenos y recientes ejemplos de ello.
Sin embargo, esta escalada filantrópica viene acompañada por una concepción corregida de la obra benéfica. Ya no se habla de caridad, sino de inversión social; la acción social no se financia con fundaciones, sino con fondos de capital riesgo; el concepto ‘beneficio’ no se desprecia, sino que se potencia... La frontera separadora entre filantropía y negocio está cada vez más borrosa".
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