Los políticos y, por desgracia, también la mayoría de los medios de comunicación, son los únicos que hablan ya de democracia para referirse al actual sistema español. Los ciudadanos libres y conscientes saben muy bien que de la democracia sólo queda en pie la apertura de las urnas cada cuatro años porque el resto de los principios y condiciones de la democracia han perecido: los poderes básicos del Estado están bajo control de los partidos e intervenidos por el Ejecutivo; la sociedad civil, que debe actual de contrapeso al poder político, está ocupada por los partidos políticos y en estado de muerte cerebral; las elecciones no son realmente libres porque no son los ciudadanos sino los partidos los que eligen; los partidos políticos se han convertido en dictadores del sistema y hoy son los únicos dueños del poder, desplazando y sometiendo al ciudadano, teórico soberano de la democracia; valores fundamentales como la igualdad ante la ley y la solidaridad están hundidos; los medios de comunicación han dejado de cumplir su imprescindible misión de criticar y fiscalizar al poder; la ley no es un imperio sino un chiringuito... todo eso sin mencionar que el Estado está infectado por enfermedades como la corrupción, el amiguismo, la obesidad de las administraciones, el oportunismo y otras muchos, todas ellas letales para la democracia.
Fuente: Voto en Blanco
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