Y así en política, multiproclamadas a la par que definitivamente arrumbadas, la búsqueda del bien común y la participación ciudadana, el único objetivo válido es el poder y todo se reduce a una contienda bronca y marrullera por su conquista y disfrute, dentro y fuera de los partidos. Adicción cratofílica que lleva a todo tipo de amaños, perfidias e imposturas, pues lo único que cuenta es triunfar, prevalecer en la brega política personal y eventualmente partidista, ya que tras ella vienen la notoriedad social y la recompensa económica. La corrupción del ladrillo, la transformación de los ayuntamientos en oficinas del milagro inmobiliario y la incontrolable enriquecedora multiplicación de viviendas que ha producido es uno de sus logros más patentes. Consecuente con esta vocación unánime de enriquecimiento, el destino último de los grandes líderes políticos, su retiro dorado, es entrar al servicio de una poderosa multinacional, o cuanto menos de un multimillonario mediático. De lo que en nuestro país tenemos, a la derecha y a la izquierda, ejemplos cimeros. Lo que obviamente ha exacerbado la necesidad y en consecuencia la demanda de moral pública."
sábado, 15 de septiembre de 2007
invocaciones éticas y realidad
José Vidal Beneyto escribe en El País:
"El mundo se nos puebla de invocaciones éticas, de apelaciones morales. Una por sector, casi una por objeto. En proporción inversamente proporcional a su presencia en la realidad.
Etiquetas:
ética,
José Vidal Beneyto,
políticos
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