La conveniencia de una acción de estímulo fiscal más o menos contundente ante el deterioro de las perspectivas de crecimiento económico empieza a ser una receta con creciente aceptación. EEUU ha marcado la pauta con el paquete fiscal aprobado la pasada semana y que empezará a aplicarse en mayo: más de un 1% del PIB en “regalos” fiscales a los consumidores (dos tercios del total, dirigido especialmente a los de menores ingresos) y en incentivos temporales a la inversión. También esta semana, la receta ha sumado un inesperado defensor: el FMI, para cuyo director la política fiscal puede en las actuales circunstancias ser más eficaz que la monetaria. En España, los dos principales partidos en campaña (¿más bien subasta?) electoral parecen súbitamente encandilados con las bondades de la política fiscal expansiva.
Es cierto que nuestra desaceleración económica guarda notables semejanzas con la de EEUU, pero también que la claridad de propósito de los políticos españoles deja en este punto mucho que desear. En EEUU, sobre la base de la experiencia de 2001 (los consumidores gastaron más del 60% de las “ayudas” en seis meses) se ha puesto el énfasis en acordar un plan de estímulo fiscal “a tiempo, temporal y selectivo” (las tres “tes” de timed, temporal y targeted), mientras que en España ni siquiera parece haber claridad sobre los objetivos de unas acciones fiscales que, a la luz del debate, parece que llegarán tarde, carecerán en buena medida de limitación temporal y tendrán un carácter bastante indiscriminado.
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1 comentario:
Es curioso que te haya encontrado como lo hice: buscando un Blog de literatura donde reconocerme.
Deja te comento que en México me dedico al estudio y puesta en practica de acciones federalistas entre los órdenes de gobierno que tenemos aca.
Lo curioso es que al andar buscando lo que te decía, me encontré con otro Antonio Zamora García, es decir tu.
Te saluda Antonio Zamora García desde México. antzaga@hotmail.com
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