La promesa electoral de una ayuda fiscal de 400 euros para algunos ciudadanos, del presidente del gobierno español, tiene sus antecedentes, y -hete aquí- que estos son otras medidas de caracter fiscal que el presidente USA, George Bush, promueve para reactivar la economía americana.
De esas medidas escribe Mike Whitney.
De esas medidas escribe Mike Whitney.
En las próximas dos semanas, George Bush va a demostrar que los últimos 30 años de relevancia del lado de la oferta, la economía de libre mercado no fue nada más que un montón de estiércol maloliente. De hecho, ahora mismo los B-52 están siendo cargados con palés de billetes de cien dólares recién impresos que van a ser lanzados de costa a costa.
El plan para un rescate de emergencia está encabezado por el anterior cabecilla de Goldman Sach, Hank Paulson. Paulson nos alerta de que la economía está entrando en recesión en términos "bastante materiales", y necesita una inyección masiva de capital para evitar que se hunda del todo.
"Estamos buscando posibilidades que se puedan llevar a cabo rápidamente", balbuceó Paulson. "El factor tiempo es esencial".
El antiguo Secretario del Tesoro Larry Summers recomendó un reembolso de 250 dólares por declarante que sea "oportuno, selectivo y temporal", y de 500 dólares por pareja para familias con una base imponible de 100.000 dólares anuales o menos. Así que sin duda alguna variante del plan de Summers se va a llevar a cabo en breve. La "mano invisible" del mercado – que Bush admira ad nauseam – se usará para guiar a los helicópteros de la Fed (la Reserva Federal de EEUU) a medida que éstos esparcen la riqueza de la nación como si fuese confeti.
De momento, el sistema financiero está tan atascado con la mierda producto de las hipotecas subprime y del resto de la porquería respaldada con deudas, que los bancos no pueden ni siquiera dar créditos a aquellos clientes probadamente solventes. Los engranajes del sistema sencillamente se han detenido en seco. Por eso tanto la Fed como el Departamento del Tesoro se inventaron esta operación de rescate para mandar a las familias de clase media y baja decenas de miles de millones de dólares a través de bajadas de impuestos. Es la única forma en la que pueden sostener al depauperado consumidor americano el tiempo suficiente para que vuelva a gastar pronto. Si Paulson consigue lo que quiere, el Internal Revenue Service (IRS) [La principal oficina norteamericana de recaudación de impuestos. N.T] empezará a mandar cheques en cuestión de semanas, lo que hará que las máquinas registradores de almacenes como TJ Max y Targets empiecen a sonar poco tiempo después.
La ciudad que brilla en la colina puede que sea un hospicio.
Treinta años de reaganismo han destruido el país. Han degollado nuestra base industrial, roto el contrato social, aplastado nuestros sindicatos, arrasado nuestras escuelas e infraestructuras y desviado la riqueza de la nación desde las clases medias al 5% más rico del país. Los salarios se han estancado, el dólar se hunde en picado, el sistema bancario está paralizado, y el veneno de las subprime se extiende al sistema financiero mundial sacudiendo bancos y empresas por todo el planeta.
Por supuesto que mucha gente dirá que los cheques de 250 dólares del gobierno son un agradecido respiro y una prueba de la existencia de un "conservadurismo compasivo". ¿Pero cómo casa eso con la reciente experiencia de 7 años con G.W. Bush al mando? ¿Es este el mismo Bush "compasivo" que deliberadamente retuvo las ayudas para comida, agua y medicamentos para las víctimas del desastre del Katrina, cuando se apiñaban en el apestoso Superdome o se aferraban a los tejados de sus casas mientras las lanchas de rescate a los mandos de los memos de la FEMA daban media vuelta?
Bush y sus amiguetes están ideológicamente en contra de dar un respiro a la clase trabajadora; lo que pasa es que esta vez no tiene alternativa. Los mercados en el mundo real se están quebrando, la bolsa de valores va de cabeza a la UCI, y los gigantes financieros de este país se han apalancado en un diván de mármol a la espera de que suene algo de música sacra. Bush sabe que debe actuar rápido o sufrir las consecuencias. Es por ello que ha abandonado su reconocido apego al "fundamentalismo de mercado" y ordenado a la Fed que ponga las imprentas a toda máquina. ¡Al infierno con los principios: es la hora de la verdad!
Lo que Bush planea es el equivalente moral de exhumar a Milton Friedman de su mohoso sepulcro y clavarle una estaca de madera en el corazón. Albert Einstein lo resumió sucintamente hace ya sesenta años en un artículo titulado "¿Por qué el socialismo?":
"en ningún sitio se ha superado realmente… la 'fase predatoria' del desarrollo humano… La anarquía económica de las sociedades capitalistas… es la verdadera fuente del mal. El capital privado tiende a acabar concentrado en muy pocas manos, (creando) una oligarquía de enorme poder (que) no puede ser realmente controlada ni siquiera por una sociedad organizada democráticamente… La auténtica intención del socialismo es precisamente superar eso y avanzar más allá de la fase predatoria del desarrollo humano".
Mike Whitney es un analista político independiente que vive en el estado de Washington y colabora regularmente con la revista norteamericana CounterPunch.
Traducción para www.sinpermiso.info: Xavier Fontcuberta Estrada
Fuente: Red Renta Básica
El plan para un rescate de emergencia está encabezado por el anterior cabecilla de Goldman Sach, Hank Paulson. Paulson nos alerta de que la economía está entrando en recesión en términos "bastante materiales", y necesita una inyección masiva de capital para evitar que se hunda del todo.
"Estamos buscando posibilidades que se puedan llevar a cabo rápidamente", balbuceó Paulson. "El factor tiempo es esencial".
El antiguo Secretario del Tesoro Larry Summers recomendó un reembolso de 250 dólares por declarante que sea "oportuno, selectivo y temporal", y de 500 dólares por pareja para familias con una base imponible de 100.000 dólares anuales o menos. Así que sin duda alguna variante del plan de Summers se va a llevar a cabo en breve. La "mano invisible" del mercado – que Bush admira ad nauseam – se usará para guiar a los helicópteros de la Fed (la Reserva Federal de EEUU) a medida que éstos esparcen la riqueza de la nación como si fuese confeti.
De momento, el sistema financiero está tan atascado con la mierda producto de las hipotecas subprime y del resto de la porquería respaldada con deudas, que los bancos no pueden ni siquiera dar créditos a aquellos clientes probadamente solventes. Los engranajes del sistema sencillamente se han detenido en seco. Por eso tanto la Fed como el Departamento del Tesoro se inventaron esta operación de rescate para mandar a las familias de clase media y baja decenas de miles de millones de dólares a través de bajadas de impuestos. Es la única forma en la que pueden sostener al depauperado consumidor americano el tiempo suficiente para que vuelva a gastar pronto. Si Paulson consigue lo que quiere, el Internal Revenue Service (IRS) [La principal oficina norteamericana de recaudación de impuestos. N.T] empezará a mandar cheques en cuestión de semanas, lo que hará que las máquinas registradores de almacenes como TJ Max y Targets empiecen a sonar poco tiempo después.
La ciudad que brilla en la colina puede que sea un hospicio.
Treinta años de reaganismo han destruido el país. Han degollado nuestra base industrial, roto el contrato social, aplastado nuestros sindicatos, arrasado nuestras escuelas e infraestructuras y desviado la riqueza de la nación desde las clases medias al 5% más rico del país. Los salarios se han estancado, el dólar se hunde en picado, el sistema bancario está paralizado, y el veneno de las subprime se extiende al sistema financiero mundial sacudiendo bancos y empresas por todo el planeta.
Por supuesto que mucha gente dirá que los cheques de 250 dólares del gobierno son un agradecido respiro y una prueba de la existencia de un "conservadurismo compasivo". ¿Pero cómo casa eso con la reciente experiencia de 7 años con G.W. Bush al mando? ¿Es este el mismo Bush "compasivo" que deliberadamente retuvo las ayudas para comida, agua y medicamentos para las víctimas del desastre del Katrina, cuando se apiñaban en el apestoso Superdome o se aferraban a los tejados de sus casas mientras las lanchas de rescate a los mandos de los memos de la FEMA daban media vuelta?
Bush y sus amiguetes están ideológicamente en contra de dar un respiro a la clase trabajadora; lo que pasa es que esta vez no tiene alternativa. Los mercados en el mundo real se están quebrando, la bolsa de valores va de cabeza a la UCI, y los gigantes financieros de este país se han apalancado en un diván de mármol a la espera de que suene algo de música sacra. Bush sabe que debe actuar rápido o sufrir las consecuencias. Es por ello que ha abandonado su reconocido apego al "fundamentalismo de mercado" y ordenado a la Fed que ponga las imprentas a toda máquina. ¡Al infierno con los principios: es la hora de la verdad!
Lo que Bush planea es el equivalente moral de exhumar a Milton Friedman de su mohoso sepulcro y clavarle una estaca de madera en el corazón. Albert Einstein lo resumió sucintamente hace ya sesenta años en un artículo titulado "¿Por qué el socialismo?":
"en ningún sitio se ha superado realmente… la 'fase predatoria' del desarrollo humano… La anarquía económica de las sociedades capitalistas… es la verdadera fuente del mal. El capital privado tiende a acabar concentrado en muy pocas manos, (creando) una oligarquía de enorme poder (que) no puede ser realmente controlada ni siquiera por una sociedad organizada democráticamente… La auténtica intención del socialismo es precisamente superar eso y avanzar más allá de la fase predatoria del desarrollo humano".
Mike Whitney es un analista político independiente que vive en el estado de Washington y colabora regularmente con la revista norteamericana CounterPunch.
Traducción para www.sinpermiso.info: Xavier Fontcuberta Estrada
Fuente: Red Renta Básica
No hay comentarios:
Publicar un comentario