Oclocracia 'made in Spain' de los líderes políticos haciendo las promesas electorales más burdas, augurando concesiones que contravienen el sentido común, e inventando tópicos que no afrontan las cuestiones esenciales para nuestra democracia y que preocupan al ciudadano (la reforma constitucional que afecte a la Ley de partidos, la Ley electoral, la presencia parlamentaria del voto en blanco, el poder judicial, la monarquía o las competencias educativas, policiales, sanitarias de las autonomías, además de un pacto de Estado para afrontar el paro, la distribución del agua, la inmigración, el terrorismo y el poder autonómico). Oclocracia en la plutocrática manipulación de radios, televisiones, periódicos y grupos de comunicación con la sesgada demagogia informativa y vulgaridad cultural participada a la ciudadanía. Oclocracia y partitocracia en las relaciones entre entidades financieras y fundaciones y partidos políticos: no es casualidad, se insiste, que la reforma de la Ley Orgánica sobre Financiación de los Partidos Políticos sea obstaculizada sucesivamente por los grupos políticos (entre otras razones por la fiscalización de sus fundaciones y el control de sus ingresos con cargo al erario público y privado), que la mayoría de las formaciones políticas acepten condonaciones de sus deudas bancarias, se inmiscuyan en opas y negociaciones entre multinacionales o copen puestos de responsabilidad de cajas de ahorros y organizaciones mixtas designando personas sin más capacitación profesional que su carné político en detrimento de economistas, abogados del estado y profesionales cualificados en la gestión pública, perjudicando el bien común y su imparcialidad y funcionamiento.Blogged with Flock
miércoles, 6 de febrero de 2008
Oclocracia
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