Isidro Fuentes ha visto publicado el texto que envío al diario La Opinión de Tenerife:
"El presidente del Congreso de los diputados, anuncia su marcha. Dice que está harto de lo grotesco, de lo chusco. Esto de vivir la política como actor principal lo ha decepcionado; nos cuenta el Sr. Marín que lleva un tiempo escapando de la cámara donde se sientan los diputados un ligero tufillo a escenificación, a teatro, a falso. Y ahora se entera el Sr. Marín, cuando llevamos más de 30 años con esta burda representación que ya no convence a nadie.
Lo primero que se representa es eso don Manuel... ¡que ustedes nos representan! Nos quieren hacer creer, por encantamiento, que la confección de unas listas cerradas por los Rajoys, Zaplanas y Blancos de turno se hace a imagen y semejanza de la pluralidad de la sociedad española. Y es ahí donde, lo que podría ser considerado un arte, la magia, degenera en burdo truco, en farsa, convirtiéndose así en lo que realmente es: El gran engaño masivo. Es tan fuerte ese engaño y de tal magnitud su horrible luz cegadora, que impide ver a la mayoría de la sociedad que vota, que de ese acto de prestidigitación "trilesca" vienen gran parte de los problemas que acucian cotidianamente al siervo de a pie.
Si yo pudiese elegir a mi representante a la Asamblea Nacional en una República Constitucional, votaría por aquel que se partiese la cara por tratar de impedir que los bancos me cobren comisiones usureras hasta por respirar; o para que Telefónica deje de cargar en mi cuenta un pastón cada dos meses por el mantenimiento de una línea que, desde tiempos de mi abuelo, debemos haber pagado en valor real cientos de veces lo que costó. O mejor aún, votaría a aquel que se comprometiera a luchar por tipificar en el Código Penal, que muchas de las prácticas habituales de los bancos con sus clientes, pasen a ser consideradas como delito: hurto, robo ó usura. En definitiva, votaría a personas (no listas) que se presentasen en candidaturas uninominales con mandato imperativo; única manera de garantizar que mi diputado de distrito (mónada), defendiese mis-nuestros-intereses sin traicionar la lealtad a sus electores. Hoy son leales al partido, nunca a nosotros, y si no... a la rue. En lugar de esto, ¿qué tenemos?
Pues a una serie de Sres. que rellenan unas listas y no pintan nada, ¿no es así Sr. Marín?
Todos sabemos que las decisiones se llevan más que tomadas cuando llegan al Congreso, y generalmente no nos favorecen demasiado. ¿Por qué Sr. Marín?... ya que usted no lo dice, lo haré yo: pues porque quienes sancionan las leyes están al servicio de la oligarquía financiera y mediática que nos gobierna a su antojo desde siempre. Esos son los que les dictan a Uds. los políticos, al pie de la letra, aquello sobre lo que se debe legislar y, sobre todo, aquello sobre lo que no (tan importante ó más que lo anterior).Y es a esos a quienes ustedes rinden cuentas y representan, si es que representan a alguien. A nosotros, está claro que no.
Por eso, el gran logro que han conseguido ustedes los políticos en estos últimos 30 años, es que los cajeros nos informen si la operación tiene ó no comisión.¡Que alivio¡,¡cuélguense una medalla¡.El que al hacer una hipoteca, se nos obligue, POR LEY, a pagar un seguro, eso, no se considera abusivo; eso "nos beneficia a todos","es por nuestro bien"... pero se paga al banco, quien para mayor recochineo, suele ser también el propietario de la compañía de seguros agraciada diariamente con el premio gordo de la lotería servil española.
La verdad es que las cosas son más sencillas de lo que parecen. No hay más que ver a quienes benefician por abumadora mayoría las leyes que se hacen en este país, para descubrir quien las confecciona a su imagen y semejanza: eso si que es representativo de lo que sucede en la realidad, lo demás, puro teatro."
Lo primero que se representa es eso don Manuel... ¡que ustedes nos representan! Nos quieren hacer creer, por encantamiento, que la confección de unas listas cerradas por los Rajoys, Zaplanas y Blancos de turno se hace a imagen y semejanza de la pluralidad de la sociedad española. Y es ahí donde, lo que podría ser considerado un arte, la magia, degenera en burdo truco, en farsa, convirtiéndose así en lo que realmente es: El gran engaño masivo. Es tan fuerte ese engaño y de tal magnitud su horrible luz cegadora, que impide ver a la mayoría de la sociedad que vota, que de ese acto de prestidigitación "trilesca" vienen gran parte de los problemas que acucian cotidianamente al siervo de a pie.
Si yo pudiese elegir a mi representante a la Asamblea Nacional en una República Constitucional, votaría por aquel que se partiese la cara por tratar de impedir que los bancos me cobren comisiones usureras hasta por respirar; o para que Telefónica deje de cargar en mi cuenta un pastón cada dos meses por el mantenimiento de una línea que, desde tiempos de mi abuelo, debemos haber pagado en valor real cientos de veces lo que costó. O mejor aún, votaría a aquel que se comprometiera a luchar por tipificar en el Código Penal, que muchas de las prácticas habituales de los bancos con sus clientes, pasen a ser consideradas como delito: hurto, robo ó usura. En definitiva, votaría a personas (no listas) que se presentasen en candidaturas uninominales con mandato imperativo; única manera de garantizar que mi diputado de distrito (mónada), defendiese mis-nuestros-intereses sin traicionar la lealtad a sus electores. Hoy son leales al partido, nunca a nosotros, y si no... a la rue. En lugar de esto, ¿qué tenemos?
Pues a una serie de Sres. que rellenan unas listas y no pintan nada, ¿no es así Sr. Marín?
Todos sabemos que las decisiones se llevan más que tomadas cuando llegan al Congreso, y generalmente no nos favorecen demasiado. ¿Por qué Sr. Marín?... ya que usted no lo dice, lo haré yo: pues porque quienes sancionan las leyes están al servicio de la oligarquía financiera y mediática que nos gobierna a su antojo desde siempre. Esos son los que les dictan a Uds. los políticos, al pie de la letra, aquello sobre lo que se debe legislar y, sobre todo, aquello sobre lo que no (tan importante ó más que lo anterior).Y es a esos a quienes ustedes rinden cuentas y representan, si es que representan a alguien. A nosotros, está claro que no.
Por eso, el gran logro que han conseguido ustedes los políticos en estos últimos 30 años, es que los cajeros nos informen si la operación tiene ó no comisión.¡Que alivio¡,¡cuélguense una medalla¡.El que al hacer una hipoteca, se nos obligue, POR LEY, a pagar un seguro, eso, no se considera abusivo; eso "nos beneficia a todos","es por nuestro bien"... pero se paga al banco, quien para mayor recochineo, suele ser también el propietario de la compañía de seguros agraciada diariamente con el premio gordo de la lotería servil española.
La verdad es que las cosas son más sencillas de lo que parecen. No hay más que ver a quienes benefician por abumadora mayoría las leyes que se hacen en este país, para descubrir quien las confecciona a su imagen y semejanza: eso si que es representativo de lo que sucede en la realidad, lo demás, puro teatro."
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