El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón negó al Tribunal Supremo haber recibido dinero alguno del Banco Santander durante su estancia como profesor en Estados Unidos, tal y como le acusa una querella que examina este tribunal, pero admitió haber recibido el sueldo “correspondiente a su estatus de Visitante Distinguido” de la facultad de Derecho y el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York.
Garzón aprovechó una licencia de “docencia e investigación” entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de junio de 2006 para participar como director, moderador y ponente en los ciclos de conferencias Diálogos Trasatlánticos y Derechos Humanos y Seguridad Jurídica en Iberoamérica, ambos patrocinados por el Grupo Santander. Cinco años antes, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le había negado un mismo permiso para impartir conferencias en Estados Unidos “por no estar incluida tal actividad en el tipo de licencia por razón de estudios”.
A su regreso a España, Garzón archivó con celeridad una querella del ex consejero de Banesto Rafael Pérez Escolar contra el Banco Santander, pese a que en un principio había considerado que presentaba “características que hacen presumir la existencia de una infracción penal”. Ante esta situación, el abogado Antonio Panea, basándose en el libro Garzón, juez o parte de José Díaz Herrera, presentó en junio una querella contra el magistrado de la Audiencia Nacional por cohecho y prevaricación. Según Panea, Garzón debería haberse abstenido del caso, ya que de una forma indirecta había recibido dinero del Santander y, además, es “amigo íntimo” de Manuel Medina, letrado asesor del Consejo del Santander Central Hispano.
En su defensa, Garzón remitió una carta del Centro Rey Juan Carlos firmado por su directora adjunta, en la que se afirma que “no recibió importe alguno, ni directa ni indirectamente, ni en efectivo ni en especie de los dos patrocinios” del Banco Santander. Asimismo, la misiva asegura que el magistrado “recibió exclusivamente el sueldo correspondiente a su estatus de Visitante Distinguido”, y matiza que durante su estancia en Nueva York “entró en nómina de la Universidad, lo que hacía incompatible que recibiese otras remuneraciones por sus actos en la universidad”. No obstante, la carta no informa de la cantidad que Garzón percibió a cuenta del Centro, mientras cobraba su sueldo base como juez.
Explicaciones insuficientes
La Universidad afirma en estos documentos que el Santander aportó 302.000 dólares en los años 2005 y 2006 para la organización de los dos ciclos de conferencias. Una cantidad que, según se argumenta en la carta remitida al Supremo, se utilizó para conceptos como transporte, alojamiento y logística (118.000); publicidad, prensa, diseño, montajes (177.500); y honorarios (6.500), ya que, al parecer, “la mayoría de los ponentes renunció a los mismos, y la cuantía máxima por ponente fue de 1.000 dólares”.
Estas explicaciones resultaron insuficientes al Supremo, que reclamó a la Universidad una información detallada de todas las percepciones económicas que recibió Garzón, así como de las obligaciones que conllevaba el puesto de profesor invitado y de quién lo propuso como Visitante Distinguido. Por otra parte, el Supremo ha reclamado al CGPJ la licencia de estudios que obtuvo Garzón, explicando sus condiciones, y la memoria que el magistrado tuvo que presentar a su regreso, de modo que pueda aclararse si el permiso era compatible con la actividad que llevó a cabo Garzón.
1 comentario:
II. BALTASAR GARZÓN & EMILIO BOTÍN,
LUIS PASCUAL ESTEVILL & ALFONSO ESCÁMEZ.
Rafael del Barco Carreras
Plutarco en sus Vidas Paralelas se perdería entre la inmensa propaganda de los medios "oficiales" al intentar sus paralelismos. Quizá los personajes no merezcan la comparación, pero surgen del mismo cuerpo legal y profesional. Los banqueros, aparte de que uno se inicia de botones a los 12 años y el otro es heredero, no necesitan detalles. El BSCH (ahora solo Banco de Santander) es uno de los primeros en la banca europea y mundial, y el Banco Central de Escámez solo era el primero nacional en competencia con Banesto, hoy los dos del grupo Botín, o sea, gran beneficiado del Socialismo...y de todos. El pequeño de los cuatro grandes bancos del Franquismo se come a los tres de cabecera. En cuanto a los jueces, otro producto de nuestro Sistema, no existe nada igual ni puede existir en los países "civilizados", los llamados de nuestro entorno, o del G-8, donde al parecer pertenecemos. Dicho así, en plan dogmático, la jauría "profesional" me soltará que también existen corrupciones por esos G-8, y me reafirmo que en ningún, DE CERO, país de los ocho o doce se dan esos jueces estrellas. Uno, en poco menos de cuatro años se enriquece creando y dirimiendo todos los grandes casos de la corrupta Barcelona Olímpica, 1990-1994. El solo hecho de que esos casos acaben en el juzgado 26 es irregular y mafioso. Y el otro durante muchos años brillará entre la astracanada y el disparate. Antes, en siglos, jamás existió un juez corrupto, el "desacato" con cárcel se aplicaba a cualquier insinuación. Fiel continuidad, estamos en un mundo de profesionales para profesionales único en nuestro entorno, y del gusto y para provecho de abogados y políticos. Repito, caldo de cultivo para la endogamia y amigocracia mafiosa. Aquí, jurados y comités de control "externos" no tienen tradición ni la tendrán.
Los periodistas "progres" bautizaron por los 90 a mi ex abogado Pascual Estevill, además de "el Lobo" azote de la burguesía catalana, como el "Garzón catalán"… ¡qué genios! En mi anterior escrito revolví a Garzón con Miguel Moreiras, su ex compañero destituido de la Audiencia Nacional, sería porque también disfrutó su año sabático en EEUU. Benefactor de Javier de la Rosa, ¡no apreció delitos donde los había a docenas! Amigo de Pascual Estevill y Piqué Vidal, que le invitó a conferencias magistrales en Barcelona, ¡sobre la personalidad del estafador! Después en su Audiencia Nacional se solucionaron los casos utilizados por juez y abogado para extorsionar. ¿Les suena lo de las conferencias?... El banquero Escámez pagó, y completando corrupciones, con dinero negro de la FECSA, el práctico monopolio eléctrico en Cataluña. Varias cuotas de 50 millones de pesetas que el juez, borracho de impunidad, ingresaba metidos en bolsas del Corte Inglés en sus propias cuentas bancarias en las agencias cercanas a su bufete y domicilio. Lo de las cuentas en Suiza, una localizada (600 millones deslocalizados por su hijo), se nutrieron de muchas otras extorsiones. El juez de instrucción del convertido ya en "caso Estevill" manejaba 44 de solo su primera y corta etapa de juez en Tarrasa. Un gran negocio, a extorsión semanal, o sea, con gran "infraestructura", y Cola-Cao de primer cliente estrella. Al poco en Barcelona amenazó hasta al cuñado del Rey. La Ley imponía el terror y silencio a la víctima no clarificando y confundiendo el delito de SOBORNO con el de EXTORSIÓN y CHANTAJE. No es lo mismo el "Señoría le doy tanto si me suelta", frase improbable o imposible en la idiosincrasia española, o el "se pudrirá usted en la cárcel si no paga 100 millones" que pronunciarán en cien versiones los varios abogados "asociados", o el propio hijo del juez en los pasillos del juzgado con el "pagas ahora mismo o a prisión". Los más de sus peculiares clientes, que conocí en la cárcel saliendo una vez reblandecidos, se sintieron felices por tropezar con la amoral pareja evitando males mayores. Una curiosidad, el hijo Pascual Franquesa se libró de la cárcel, y los indispensables "fiscales" ni citados.
Que nadie entienda que acuso a Garzón de los prácticas y delitos del ex Juez Pascual Estevill, únicamente a la prensa por "compararlos" enalteciendo a los dos y creando una "opinión pública" que amalgamada con la Ley crea "jueces estrella".
Hace tres años, 2005, intenté entrevistarme con mi ex socio el promotor inmobiliario José Antonio Casanovas Tomás (ver Internet), pues además de encarcelado cuatro meses por Garzón por presunto blanqueo a unos mafiosos ucranianos, había sido condenado a un año y medio por comprar facturas falsas para desgravar IVA. Estafa, falsificación y delito fiscal donde las haya y condena de favor. Uno de los casos de las extorsiones en serie de Piqué-Pascual, asociados con inspectores y jefes de Hacienda, y terminado por Moreiras. Por entonces yo escribía una serie de artículos en EL TRIANGLE e interponía una desestimada denuncia contra mis jueces y abogados. Pensé que con un poco de suerte enderezaría la rota intimidad hacía 30 años y conseguiría información de primera mano. No tuve suerte, mi ex socio no quiso hablar conmigo. El pasado julio, arrasado por la crisis inmobiliaria, o su propio ego, presentó "concurso de acreedores" por 60 millones de euros, 10.000 millones de pesetas, ¡poca cosa! Nos iniciamos veinteañeros, ambiciosos y lanzados al "ladrillo" de los 70, pero ni imaginar que por diferentes caminos y casos acabaríamos de alimento para buitres carroñeros.
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