Se quiere vender como una ayuda a las familias y un incentivo para el consumo - ¡que risa!- lo que en este momento no deja de ser un promesa electoralista, y una actuación clientelar más, en línea con las prácticas habituales del PSOE, y en general de nuestra infecta partitocracia.
Alguien podrá contra-argumentar que también ha prometido quitar el Impuesto sobre el Patrimonio, y yo puedo añadir que estas medidas son otra puesta en práctica de la discrecionalidad del presidente del gobierno y del partido socialista para permanecer en el poder; sin ningun proyecto político solvente e ilusionante, de largo plazo, solo pueden acudir a estas medidas.
Recuerdo como el Congreso de Diputados echó para atras hace unos meses la propuesta de implantación de una renta básica, con las risas de algunas señorías y la aquiescencia del grupo parlamentario mayoritario: PSOE. Esa sí era una propuesta avanzada, no estas dádivas y migajas, que se otorgan para permanecer en el machito.
Es el colmo del cinismo político contemporáneo, el fín de la socialdemocracia del PSOE y la consolidación del neo caciquismo.
Al modo de los caciques de la primera restauración borbónica - Romero Robledo - en esta segunda restauración, también llamada democracia, en España se COMPRA EL VOTO.
otras opiniones: Edurne Uriarte en ABC, Periodistas 21 y Voto en Blanco
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